Guardiana de vida: A mis niños les enseño a decir sí puedo

Ana Cabezas, guardiana de Vida.

En la ciudad de Esmeraldas, una mujer renunció a su derecho a la educación, para que niños de la zona rural puedan estudiar en la urbe. Entre el 2018 y 2021 se registraban 764.610 analfabetos en el Ecuador.

 

Todos los días, antes de merendar los niños y niñas de la Casa de acogida ‘Hogar Campesino’ de la ciudad de Esmeraldas, en la frontera norte del Ecuador, unen sus manos y empiezan a orar con voz bajita. La oración está liderada por Ana Cabezas, una mujer afroecuatoriana que desde hace 23 años hace lo mismo con hijos ajenos, pero que los cría como suyos.

A ella nadie le paga por lo que hace ni busca tampoco una remuneración. Su amor hacia los niños del campo nació como resultado de su sufrimiento en la niñez. Recuerda que trabajó para una familia de la serranía del Ecuador. Afirma que recibió maltratos, no le daban de comer a tiempo, la castigaban con ortiga (planta con pequeñas espinas) y la bañaban con agua fría. Un día se cansó y huyó de sus agresores.

Durante ese tiempo de ‘cautiverio’ no accedió a la educación, ahora que es adulta tampoco no ha logrado educarse, por eso se aferra a la idea de que otros menores de edad no pasen por su mismo tormento y los acoge en su hogar, donde una de las regla es acudir a la escuela y el colegio.

Le invitamos a mirar el vídeo de Ana Cabezas, donde se detalla su día a día.

Entre el 2018 y 2021 se registraban 764.610 analfabetos en el Ecuador. Chimborazo, Cañar y Cotopaxi, son las provincias de mayor prevalencia de analfabetismo. 8,20% de analfabetismo registró Esmeraldas en el 2021.

“Algo que siempre le digo a mis muchachos es nunca digan que no pueden”,

destaca nuestra guardiana de vida, quien en su día a día lava ropa, cocina, juega con los más pequeños y se encarga que hagan la tarea, con la supervisión de sus hijos biológicos que sí saben leer y escribir.

En la Casa de acogida ‘Hogar Campesino’ la pobreza y la alegría se entrelazan. En la etapa escolar lograr tener los útiles escolares y los uniformes es un desafío para la cuidadora, pero el reto mayor es conseguir la comida para que los más de 25 menores de edad coman.

Ana Cabezas, en su actividad diaria

“Aunque sea una agüita caliente de canela con un pan o un pedazo de verde (plátano) se comen mis hijos, nunca se acuestan sin comer”, revela con orgullo, la mujer que durante años lavó ropa ajena para solventar los gastos diarios del lugar de acogida temporal, que ahora son suplidos por voluntarios.

Aclara que no está recibiendo ayuda directa de ninguna institución pública, pero, en medio de su sencillez, dice que sí seria bueno tener siempre más “arrocito, la presa, ropita y unos juguetes. Usted sabe que los niños también tienen que jugar, pero no tienen juguetes, solo en Navidad les vienen a regalar”, comenta la altruista esmeraldeña, quien al hablar de su muerte dice que no desea que la estén llorando, más bien que le ayuden en vida y después de su deceso lo hagan a sus hijos que se encargarán de seguir criando a sus ‘hermanos’.

Cada día se prepara comida para más de 25 niños.

Para ayudarle se puede llamar al:062714792 o 0939550596

Analfabetismos por etnia

16,2%  indígenas

15,2% montubios

6,8% afroecuatorianos

5% blancos

4,5 mestizos

Fuente INEC-Emendu

Pobreza en el Ecuador

El 49,2% de la zona rural es pobre.

El 24,2% de la zona urbana es pobre.

Un 28% de la zona rural vive pobreza extrema.

Le invitamos a mirar una galería fotográfica de Ana Cabezas y sus hijos.

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