Playa de Oro, la selva de Esmeraldas cargada de ancestralidad

Cada 24 de septiembre la comuna se llena de turistas, el sonido de la marimba y tambores. La celebración se realiza junto al río Santiago, al norte de la provincia de Esmeraldas.

Los pasajeros se acomodan en la lancha que les hará vivir una aventura sobre el río Santiago, del cantón Eloy Alfaro, al norte de la provincia de Esmeraldas, en Ecuador. De pronto se escucha encenderse el motor, la lancha avanza y la brisa sopla el rostro de los viajantes; entre la espesa selva y sus aguas verde esmeraldas, se abre paso el majestuoso Santiago, columna vertebral de los pueblos afrodescendientes. El destino es la Comuna Playa de Oro, en la parroquia ‘Luis Vargas Torres’, ubicada a una hora en lancha desde la parroquia Selva Alegre, la última comunidad de la zona hasta donde se llega en carretera asfaltada, a través de los buses de cooperativas. La siguiente comunidad que se puede llegar en carro particular es Playa Nueva, desde ahí, 15 minutos en lancha.

Se dice que sus ancestras y ancestros llegaron desde el Tumaco-Colombia hace más de 550 años huyendo de la esclavitud. Playa de Oro se encuentra en los límites de lo que desde mayo del 2019 pasó de ser Reserva a Parque Nacional Cotacahi- Cayapas, según el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), el Parque es uno de los más grandes de Ecuador y es compartidos entre las provincias de Esmeraldas e Imbabura, desplegando una extraordinaria riqueza vegetal y geológica.

Le invitamos a mirar el vídeo de la vida en Playa de Oro.

Casas de madera, un muelle al que bajan a bañarse sus habitantes, actividades como la caza y pesca se convierten en la cotidianidad de sus aproximadamente 300 habitantes, que conforman la Comuna, quienes según sus relatos han resistido a 14 invasiones para fines extractivistas como la ganadería, minería y actividad maderera. Sus pobladores han logrado mantener el bosque con todas sus riquezas intactas.

Es así, que cada 24 de septiembre, el sonido de la marimba y tambores, encienden las fiestas de la comuna; danza, baile y muchos colores invaden las calles empedradas y las casas de madera.

Todas y todos se preparan para la “balseada” en donde se saca la imagen de su santo y se lo acomoda en tres balsa amarradas y adornadas con flores, palmas y frutas, para dar un recorrido por el rio Santiago; los cantos, arrullos y tambores acompañan el homenaje.

La minga, el desfile cívico, la velada artística y cultural, y el baile consagran un año más de la Comuna en resistencia Playa de Oro, la selva esmeraldeña.

Por: Jéssica Tupiza @foto_pixxelada

Le invitamos a mirar una galería

Le podría interesar conocer a ésta guardiana de vida