Sonia España hace que la música se sienta en el corazón

Cantó en la iglesia, buses, fue ‘lagartera’, marimbera, hasta que un músico escuchó su voz.

No pasó por el conservatorio ni por ninguna escuela que le enseñara a cantar. Pero la esmeraldeña Sonia España Carabalí, nació con la voz educada, modulada y alineada para entonar a capela cualquier género musical.

Cantar música tradicional o ancestral, en especial el pueblo afrodescendiente, no es su único oficio, también danza, escribe canciones, confecciona trajes folclóricos, turbantes, crea artesanías y es comerciante.  Es parte de las cantoras que viven para transmitir sus conocimientos musico-culturales y hacer que la música autóctona se mantenga viva. 

El camino de Sonia España Carabalí, nacida en Esmeraldas ha estado lleno de dificultades, pero ella, ha esquivado cada obstáculo que la vida le ha presentado desde que era niña. Siendo muy pequeña fue regalada a una familia con la que vivía en la calle 23 y Letamendi de la ciudad de Guayaquil, Ecuador.

Le invitamos a escucharla a Sonia España

El apoyo familiar

Sonia España también logró presentaciones en diferentes escenarios del mundo.

Sus padres adoptivos la llevaban todos los domingos a la misa. Ahí integró el coro de la iglesia. A los 12 años de edad, su madre biológica fue a buscarla y la trajo de regreso a su pueblo San Vicente de Rioverde, al norte de la provincia de Esmeraldas.

A los 12 años recién conoció a su verdadera mamá, quien era arrullera. Entre los recuerdos de Sonia está cuando salían con su mamá y los vecinos del pueblo a festejar a la Virgen del Carmen. En una sábana que la agarraban por las puntas, llevaban la imagen de la Virgen por el pueblo, mientras su madre cantaba, ella con las maracas coreaba y los espectadores echaban los sucres (moneda de época, actualmente en el Ecuador circula el dólar) en la sábana.

Su padrastro, Lizardo España, contribuyó en su gusto por la música. Mientras ella dormía, él encendía radio Unión de la ciudad de Esmeraldas y le ponía la grabadora cerca a sus oídos para que escuchara los diferentes géneros musicales. Al día siguiente tatareaba las canciones.

Por problemas familiares dejó su pueblo y emigró a la ciudad a enfrentarse a muchas dificultades. Trabajó como doméstica en Quito y Esmeraldas. Posteriormente conoció a su esposo y padre de su única hija:  Yajaira Jackeline Jama España. Tras unos años se separaron.

Sonia España Carabalí desde niña empezó a cantar en el coro de una iglesia en Guayaquil.

Los buses como escenario

La separación fue el empuje a la música. Sonia iba con su pequeña hija a trabajar en una casa, un día la patrona no tuvo dinero para darle para el pasaje del bus  que la llevara desde las calles Olmedo y Calderón, centro de la ciudad de Esmeraldas, al barrio Propicia, al sur.

Con los bolsillos vacíos se subió a un bus de transporte cantonal de ‘La Costeñita’, antes de que le cobren el pasaje pidió al chofer que la deje cantar. Mientras ella cantaba en la parte de adelante, escuchó la vocecilla de su hija de 3 años de edad, que la acompañaba desde el fondo del bus y sintió la empatía de la gente.

Su debut en el bus le dejó 18 mil sucres, Sonia estima que ese valor es casi el equivalente a unos 40 dólares -en la actualidad-, debido a que logró ir a la tienda y realizar comprar para la comida de su casa. Su hazaña se la contó a su amigo Carlos González, fotógrafo, quien no cantaba pero contaba anécdotas en los buses de Colombia. Eso la animó a continuar haciéndolo en los transportes de Quito.

Los buses fueron la plaza de trabajo de Sonia España Carabalí. Para brindar un espectáculo diferente todas las noches preparaba su repertorio. Cantaba en los buses y, dentro de su faceta de artista bailaba en el grupo folclórico Cuero Son y Pambil con el que hizo varios viajes.

La descubrieron

Fue en 1998 cuando el músico Limberg Valencia la descubrió en una presentación artística en Quito. Aunque ella solo bailaba él la hizo cantar y le gustó su voz. Desde ese momento incursionó en la música. Ahora es cantante, compositora, bailarina, costurera, artesana y comerciante.

Sonia no estudió canto, pero nació con la voz privilegiada, que de manera empírica ha llevado la música y los ritmos ancestrales a Estados Unidos, España, Colombia, Venezuela, Brasil, Portugal, Bolivia, Uruguay, Cuba Chile y otros.

Guido Nazareno (la bala) es uno de los compañeros de canto de Sonia España.

Voces de la negritud

Sonia España ha sido voz de grupos de marimba de la provincia de Esmeraldas como: África Negra, Tierra Negra, Tierra Verde, Presencia Negra y canta con los cantantes ‘hermanos Cetre’. Asimismo confecciona ropa folclórica y turbantes. Actualmente es la directora del grupo cultural Bongiar ETC Esmeraldas, expresión cultural.

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