
Los cantones de Atacames y Muisne son donde más se observan a estos gigantes del mar.
“Yo les digo: ra, ra…y ustedes responden: ballena. Empecemos: ra, ra…ballena”, así terminan los 30 minutos de expedición para observar las ballenas jorobadas que, desde julio hasta octubre de cada año están en las aguas del mar Pacífico, en la provincia de Esmeraldas, al norte del Ecuador.
Reider Goyes, es el animoso guía turístico certificado, que le va explicando a los arriesgados turistas todo lo que ocurrirá durante los 30 minutos del avistamiento de las ballenas, que llegan a estas cálidas aguas a aparearse y parir, por ser más propicias en comparación a las gélidas de la Antártida.
“Las hembras son más grandes, ellas tienen que producir unos 40 litros de leche cada día para sus ballenatos”, lo explica con carisma. Esa y otra información hasta el 2000 era exclusiva de biólogos marino, pero desde el 2011, esa actividad se la hace con fines turísticos, en el caso de la provincia de Esmeraldas, la actividad empezó en el 2000 con los biólogos en la parroquia Súa, cantón Atacames, actualmente también se las observa el Muisne, más al sur.
Le invitamos a mirar el vídeo del avistamiento de ballenas
La mejor versión de Esmeraldas
Las ballenas en su travesía de más de 7.000 km van cruzado países como Argentina, Perú, Chile e incluso se la avista en Colombia. El tour cuesta entre $10 y $15 por persona (niños $10, adultos $15), pero la experiencia no tiene precio. Además, apoyas directamente a la economía local: desde los guías y lancheros hasta quienes venden jugo de coco, agua o preparan comidas esmeraldeñas en los restaurantes frente al mar.
También están los hospedajes familiares, los taxis, las artesanías. En Esmeraldas todo suma, todo vibra. Así lo vivió Jeick Delgado, nuestro embajador con propósito, quien recorrió cada ola con la sonrisa de quien redescubre su tierra. Al hablar con la turista, Pilar Cisneros le reveló con una sonrisa que disfrutó mucho de la travesía. “Recomiendo a todos que vengan porque está divino, vengan a ver las ballenas que están muy hermosas”.
Esta experiencia no solo se trata de ballenas. Se trata de conocer una Esmeraldas distinta, viva, orgullosa. A través de Relatos Esmeraldeños, visibilizamos estas alternativas turísticas porque “mostrar lo bonito también es una forma de resistir. Nuestra misión es mostrar siempre la mejor versión de Esmeraldas desde la dignidad e inspiración”, destacó Manuel Gonzales, director de Relatos Esmeraldeños.



Más alternativas
En los balnearios de Atacames y Muisne, donde se avistan las ballenas, además, de esa actividad, los turistas locales y nacionales, se ofrecen otras alternativas como subirse a las motos acuáticas, en la banana de plástico impulsada sobre el mar, parapentes desde una plataforma marina. Mientras que, en arena se disfruta de las actividades en familia.

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