Saludando siempre con una sonrisa

El esmeraldeño también muestra su bravura cuando algo no le gusta, lo hace con valentía y determinación.

El esmeraldeño es un embajador de la alegría, saluda con una chispa de luz en sus ojos y un gesto de amistad en sus gruesos labios. No importa si al que va saludar es extraño o viejo conocido, su cordialidad es un abrazo que te hace sentir como en casa.

Es esa cálida bienvenida lo que convierte a sus lugares turísticos, como: Atacames, Muisne, Playa Las Palmas, los manglares de majagual, Paufí en Rioverde, en destinos irresistibles para extranjeros y lugareños por igual.

Pero el esmeraldeño no solo es el alma de la fiesta, sino también el corazón de la cordialidad. Su hospitalidad es una sinfonía de sonrisas que tocan el alma de quienes lo encuentran en su camino. En cada rincón de Esmeraldas, sus risas escandalosas y su alegría son contagiosas, tejiendo lazos que cruzan fronteras y crean recuerdos imborrables. Es una bendición poder compartir momentos con quienes llevan la bandera del cariño y la camaradería en cada latido.

El esmeraldeño es de lo que con orgullo muestra su bandera Blanco y Verde.

Libre por rebelde y por rebelde grande

Pero también, el esmeraldeño muestra su bravura cuando algo no le gusta. Con valentía y determinación, levanta la voz para defender lo que ama y respeta. Su bandera Blanco y Verde ondea con orgullo, con el lema: «Libre por rebelde y por rebelde grande». Es un recordatorio de que en Esmeraldas, la libertad y la grandeza se viven con pasión y convicción.

Es una tierra de rebeldes, que luchan por sus ideales con amor en el corazón y la marimba en las manos. Fue en la parroquia Portete, del cantón Muisne, al sur de Esmeraldas, donde llegaron en 1553 los primeros negros libertos liderados por Alonsos de Illescas, uno de los héroes del Ecuador.

La marimba, heredada por sus ancestros, es un símbolo de identidad y resistencia, una extensión de alegría y amor por la vida. Cada nota que brota de sus ‘teclas’ hechas de pambil es una muestra de la riqueza cultural y la tradición que los une como una gran familia esmeraldeña.

“La marimba es nuestra voz, nuestra historia, nuestra alma”, coinciden algunos esmeraldeños, quienes unidos en la diversidad, se repiten con fuerza al entonar su himno de Esmeraldas: «Libre por rebelde y por rebelde grande».

Siempre la sonrisa forma parte de las encuentros en Esmeraldas. Aquí en la playa de Atacames, al sur de Esmeraldas.
La edad no es un impedimento para vivir con alegría, así piensan en la comuna Playa de Oro.

Estos son los 7 cantones de: Atacames, Muisne, Quinindé,

Rioverde, San Lorenzo, Eloy Alfaro Esmeraldas

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