El duende hecho poesía

Antiguamente las leyendas eran utilizadas por los padres para intimidar a los hijos.

Unos dicen que el duende era uno de los ángeles preferidos por Dios pero como se portó mal lo mandó al infierno. Para otros, son pequeñas criaturas, usan un sombrero enorme y lucen elegantes. Sin embargo, para los niños hablar del duende es referirse a seres mágicos   relacionados con las hadas que forman parte de la tradición cristiana

Cuenta la leyenda, que el duende mide medio metro, pese a su pequeña estatura utiliza un sombrero enorme con el cubre parte de sus orejas, su vestimenta es muy colorida y su miembro viril es desarrollado al punto que se le puede arrastrar mientras camina.

Enamoraba a las mujeres, bonitas, de cabello largo y negro, con cejas abundantes. A veces las violaba, embarazaba y les deja moretones en su cuerpo.

Se llevaba a los niños

Cuando se enamora de una mujer, sale por las noches de la cueva donde vive y en un mate lleva un imán que coloca debajo de las escaleras para que los miembros de la casa se duerman y luego tener relaciones sexuales con su víctima. A veces las embarazaba.

Esta historia es típica de la zona montuvia de la costa ecuatoriana.  Para la época, las mujeres no salían de casa y al quedar en embarazo se decía que era obra del duende o del Tintín. Contaban los abuelos que el duende también asustaba y se llevaba a los niños sin bautizar. Aprovechaba que estén solos para entrar por las ventanas o puertas.

El escritor esmeraldeño, Diógenes Cuero Caicedo (+) convirtió al duende en poesía. La plasmó en su libro titulado Tsunami.

Diógenes Cuero (+) siempre de autoidentificó como negro y no como afro.

El duende en poesía
En San Francisco de Ónzole,
el duende a mí me salió,
era un hombre pequeñito,
tan parecidito a vo.
De la mitología negra,
el duende…un personaje
muy bajo de estatura,
siempre viste de traje.
Primo hermano  de satanás,
el duende …sí señores,
enamora a las damas
y poderes da a los hombres.
El duende…muy galante,
con zapatos de resplandor,
pasando entre la gente,
como listo y enamorador.
Dama, de tu cabellera
el duende está prendado,
delira por tu cintura,
de pechos fascinado.
Izar hamacas no es muy bueno
sobre todo por las noches,
porque de ellas se hace dueño,
el duende sin reproches.
La guitarra a entonar,
a los hombres les enseña,
para que aprendan a enamorar,
con el canto y no por seña.
Un peleador por excelencia
en la magia negra su poder,
aquellos con su influencia,
les enseña a no perder.
De jinetes su maestro,
de espaldas al cabalgar,
hacía trenzas a su potro,
que nadie podrá desatar.
Calzado y bien lustrado,
chiquitito  y sombrerón,
así, es que fue encontrado,
el duende, allá en Borbón.

Lea el tercero de 3 artículos relacionados

los personajes mitológicos de Esmeraldas

Le podría interesar conocer más sobre la historia del cantón Muisne.