La bruja de Esmeraldas y el piar de la Gualgura

Son dos personajes de la mitología esmeraldeña. El uno es una mujer y el un pollito.

La escritora Ladys Balleteros Cortez, en su libro ‘De costumbres y raíces’, explica que cuando nace un niño con muchas cualidades se lo consideraba niño ‘virtuoso’. La virtud es un don que le permite adivinar y adquirir ciertos poderes paranormales.

La bruja al identificar el nacimiento de un niño con virtud, iba por las noches en forma de un pajarraco negro y se asienta en el techo de la casa del recién nacido para robarle la virtud, dejándolo mudo, para que si vive no pueda transmitir los conocimientos ocultos. El niño también corre el riesgo de que la bruja lo mate.

Cuando los padres del niño se percatan de la bruja, realizan ‘secretos’ para ahuyentarla. El más usual es echar agua bendita, colocar tijeras en forma de cruz cerca del niño, poner en el toldo agujas enhebradas con hilo blanco.

Algunos padres le contaban a sus hijos la historia de la bruja para que tengan miedo de salir a jugar o alejarse mucho de la casa.

Así alejan a la bruja

Cuando los padres del niño se percatan de la bruja, realizan ‘secretos’ para ahuyentarla. El más usual es echar agua bendita, colocar tijeras en forma de cruz cerca del niño, poner en el toldo agujas enhebradas con hilo blanco.

Todos estos secretos ahuyentan a la bruja y protegen al niño de la presencia de los seres malignos. Y según la leyenda, la que se suele seguir contando en Esmeraldas la persona que acude a la casa del recién nacido a pedir sal, queda descubierta como la bruja.

El pollito se crece

Ilustración de Cristina Santos.

En el caso de la Gualgura, el incesante ruido de un piar en la oscuridad y silencio de la noche, es el anuncio de que la Gualgura está merodeando el lugar. Según la mitología esmeraldeña, la Gualgura se refiere al piar de un pollito o al cacarear de una gallina perdida en busca de su gallinero para protegerse del frío.

Ante el ruido, un campesino empieza la búsqueda del ave extraviada para rescatarla en la oscuridad de la noche, sin saber que perseguía a la Gualgura. Sin darse cuenta se interna en el monte y en ese momento el pollito empieza a crecer de forma acelerada, causando espanto en su seguidor.

Del susto, el campesino siente que su cabeza se agranda, pide auxilio y finalmente se desmaya, emanando espuma por la boca.

Algunas personas creen que la visión (gualgura) aparece en forma de castigo a la gente que se robaba las gallinas para vendarles o comérselas.

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