El Riviel, un alma que navega por los ríos

Es un personaje de la mitología afroesmeraldeña. Los abuelos relataban en casa con frecuencia el tema.

En torno a la leyenda del Riviel giran diferentes versiones. La escritora Ladys Ballesteros Cortez, en su libro ‘Costumbres y Raíces’, escribe que el Riviel es un alma en pena que boga sin descanso en un potro mocho (canoa pequeña).

En la parte delantera lleva una vela encendida. Quienes viven cerca del mar, dicen que lo ven pasar las noches de luna. Muchas veces es confundido por pescadores, quienes evitan encontrárselo para evitar que le haga volcar la embarcación  y terminen ahogados.

El escritor Ramón Macías Cedeño (+) coincide con que el Riviel es un  alma en pena que se desplaza durante las noches en las aguas de los ríos, causando espanto entre la gente que lo ve. La canoa tiene forma de ataúd y utiliza una cruz como canalete y se alumbra con un candil.

En Najurungo, cantón San Lorenzo, al norte de Esmeraldas, una de las formas de transportarse es la fluvial.

¿El Riviel es un humano?

Se acerca a su víctima con mucho cuidado hasta lograr pegarle con el canalete hasta botarlos al agua e intentar ahogarlo. La maldad del Riviel le genera gracia, todo lo hace en medio de risas y diciendo palabras groseras.

Este personaje tiende a guiar a los navegantes a remolinos o correntadas en donde con seguridad perderán la vida. La forma de alejar al Riviel es con la atarraya, anzuelo y otros materiales de pesca.

Cuenta la leyenda que el Riviel cuando era humano, le gustaba maltratar a su esposa e hijos; además era borracho. Un determinado día llegó a su hogar completamente borracho y castigó al menor de sus hijos dejándolo al borde de la muerte.

En estado inconsciente lanzó al niño al río y se ahogó. Al poco tiempo corrió la misma suerte de su hijo. Cuando regresaba en su pequeña embarcación en estado etílico cayó al río y aunque gritaba pidiendo auxilio nadie lo escuchó y se ahogó.

Se dice que al llegar su alma al encuentro con el Señor, él le ordenó regresar a ocupar su cuerpo muerto en la tierra y convertido en ánima en pena recorra los ríos del mundo hasta encontrar el cuerpo de su hijo y darle cristiana sepultura.

Hombre culto

Sobre El Riviel se han realizado diferentes ilustraciones, varias circulan por el internet.

Otras fuentes sostienen que el Riviel fue en vida un hombre culto, provenía de una familia de alta alcurnia. Fue traicionado por su esposa y mancillado su honor. Más tarde fue asesinado por los amantes de su mujer.

Desde aquel suceso su alma deambula por los ríos del mundo en su pequeña embarcación en busca de su infiel esposa y de sus amantes, todos estos relatos que forman parte de la mitología esmeraldeña, se han contado por año en la provincia de Esmeraldas.

También se dice, que hace muchos años debido a los torrenciales aguaceros en las poblaciones campesinas de la costa ecuatoriana, los cementerios quedaron bajo el agua. Sobre el agua flotaban ataúdes, vestimenta de los cadáveres, calaveras y las cruces. Uno de los cementerios era cuidado pon un negro apodado el ‘Muertero’.

Tras soportar las fuertes lluvias y para ponerse a buen recaudo se subió en una embarcación conducida por unos individuos a quienes no podía verles el rostro.

Su mayor sorpresa fue cuando la luz de una centella le permitió ver los rostros y se percata que se trataba de ánimas en pena. Al ser descubierto se armó la pelea, que ganó el Muertero, porque era bueno para el puñete, al punto de ganarle al duende

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